Nos anuncian en carteleras

Así nos presentan por algunos lados Obra Teatral Playa desierta Duración: 1 hora Autor: Mariana Percovich Dirección: Mariana Percovich Elenco: Gustavo Saffores, Julio de León, Claudia Pisani y el músico Ariel Ameijenda Precio: $ 200. Resumen: Un laberinto, una caja de espejos, una playa desierta con sonido de mar para tres intérpretes, para que la palabra intente -inútilmente- encandilar a la muerte. Al mismo tiempo, una historia de amor, un himno desgarrador a la vida.Playa Desierta es el nuevo espectáculo teatral de la directora y dramaturga uruguaya, Mariana Percovich. El proyecto nace de una obra premiada a fines de los 90, en los concursos de dramaturgia del Ministerio de Educación y Cultura, en el cual se reconoció a Percovich por su texto experimental “Duras”. En él, recreaba vida y obra de la escritora francesa Marguerite Duras, autora de Hiroshima mon amour, El Amante o El Vicecónsul.Años después Percovich imagina un espectáculo teatral para el proyecto de nueva sala no convencional de pequeño formato del complejo de espectáculos del Movie en el Montevideo Shopping, y retoma aquel texto transformándolo en la actual “Playa Desierta”: un guión para dos actores (Gustavo Saffores y Julio de León), una bailarina (Claudia Pisani) y un músico en vivo (Ariel Ameijenda), dentro de una instalación teatral que recrea espacios, referencias y sonoridades orientales. Una instalación donde intenta recrear, en una poética de la puesta en escena, el estilo y la forma de narrar de Duras, creando tres personajes genéricos -Hombre I, Hombre II y Mujer- que encarnan el “yo escritor” o el “yo creador” y al ser amado, en un triángulo amoroso que recorre confesiones y pequeñas escenas de un pasado común.La elección del ambiente y música orientales nace de la biografía de Duras, su niñez en Indochina, pero especialmente de los rastros del mundo colonial francés en aquella región tan magistralmente recreada por la escritora.El espacio, tratado como una instalación teatral que contiene a los 100 espectadores dentro, está dividido en zonas y es envolvente. El punto de vista del espectador genera un montaje propio en la recepción, se ve al actor muy de cerca pero también en la distancia. Cada espectador verá un espectáculo diferente, pudiendo optar cómo armar el encuadre y qué privilegiar con su mirada.