sábado, 24 de marzo de 2007

Hoy en Sábado Show

Esta nota salió en Sábado Show de el Diario El País Es larga pero se las dejo Fanática de los espacios no convencionales Mariana Percovich La directora uruguaya eligió, apuntó y lanzó. Todavía falta para conocer el resultado, pero el público ya puede ir conociendo el proceso. La nueva sala de teatro del MovieCenter, ubicada en el subsuelo, no está terminada. No importa. Mientras los técnicos se ocupan de solucionar todo cuanto antes, el equipo de Mariana Percovich ensaya, entre cables, la que será la obra inaugural del nuevo espacio teatral: Playa desierta. Tranquilamente puede decirse que ambos proyectos nacieron de la mano, uno en función del otro, y así lo explica Percovich: "Fue un consenso, nos pusimos a trabajar (con el Movie) y fue muy lindo porque se descubrió, en simultáneo, el interés por abrir un espacio alternativo, que a su vez me estimuló a mí para generar un proyecto especial para ese lugar. Ese espacio escénico, más adelante, para otros directores, va a poderse transformar porque no tiene butacas ni escenario, cada uno lo va a poder armar como quiera y eso es lo que me parece fascinante, que sea polifuncional". Es difícil describir una sala que aún está en proceso de montaje. De todas formas, lo que destaca son las características antes enunciadas: la posibilidad de ubicar al público por todo el espacio gracias a la ausencia de butacas y un escenario ya establecido. De aquí la mayor ventaja, que es la adaptación de la sala a la obra. "Lo que tiene de maravilloso el teatro es que otros, más adelante, lo transformen en algo que nada que ver", opina Percovich. referencias. Desde siempre, los espectáculos que ofrece esta dramaturga de 43 años se caracterizan por utilizar lugares no convencionales, como una sinagoga, una estación de trenes abandonada o una caballeriza. La decisión no es arbitraria. Percovich procura hacer saber que en el proceso de creación trabaja mucho con la recepción del público: "A veces la gente piensa que el tipo de espectáculos que yo hago es experimental, más de laboratorio, que no pienso en el público. Yo pienso mucho en el público, hablo mucho con mis actores sobre lo que el público puede pensar. Con los diseñadores también discutimos mucho qué va a pasar con la sensibilidad del público". Parte de esa concentración recae en el ejercicio de la memoria, acotada a la memoria de un espacio. Cada uno de los lugares elegidos por la directora tiene una historia y ese pasado se transforma en recurso para la obra en cuestión. Así, por ejemplo, Te casarás en América, que se estrenó en una sinagoga, era un unipersonal que narraba historias de inmigrantes. Lo interesante del actual trabajo de Percovich es, precisamente, que la sala en la que estrenará Playa desierta no tiene memoria. Son dos estrenos simultáneos, pero lejos de salirse de su "marca registrada", la directora se muestra entusiasmada ante la oportunidad: "Yo voy a ser la primera en dejarle una memoria al espacio, por eso es tan interesante abrir una sala de cero, porque lo que mi equipo coloque va a empezar a ser la memoria. Esta vez me tocó al revés". Así las cosas, cabe entonces preguntarse qué estética tendrá esa memoria y todas las respuestas apuntan a la cultura oriental: arena, inspiración en los jardines zen; puentes de madera; bancos también de madera y caligrafiados para que el público se siente en ellos; música acústica ejecutada en vivo con instrumentos orientales; el vestuario con puntos de contacto con los kimonos, sobre todo en los tonos. Incluso el lenguaje corporal, a cargo de Martín Inthamoussú, aplica esas referencias, con base en el Tai-Chi y el empleo de abanicos. Los más curiosos pueden acercarse a la obra de la escritora francesa Marguerite Duras a través de la película El amante. Allí tendrán más referencias visuales para entender la inspiración de la directora. tema. "Playa desierta es una gran metáfora. Habla sobre la escritura y el amor. Es un espectáculo muy poético (...) Es la historia de tres personajes y un triángulo, una mujer y dos hombres, con historias de amor entre ellos, que hablan y le hablan a la gente sobre el amor y la creación", adelanta Percovich pero sin querer dar demasiada información para que el espectador goce de total libertad a la hora de interpretar y sacar conclusiones. Al preguntarle a la autora cuánto de personal hay en esta historia, niega cualquier contacto autobiográfico ("No hay nada. Pero sí, por suerte estoy muy enamorada. Quizá si no lo estuviera no haría un espectáculo del amor"). Reconoce estar en un momento de su vida en el que le interesa que la gente piense sobre esos temas porque "cuando uno ama, y cuando uno ama lo que hace, se produce un conflicto por cuál es la energía vital que uno le dedica al amor y al amor a lo que hace". Pero no se trata de un choque negativo porque, de acuerdo a Percovich, "siempre de lo complejo nace lo bello; de lo que uno tiene que pensar y reflexionar, surge la belleza y la felicidad". Por eso la importancia de la libre interprertación del público y su opinión respecto a que "el ámbito teatral también tiene que ser un espacio para que la gente piense, reflexione, se mueva por la belleza, por la belleza plástica y por la belleza del sonido". En esta historia, Hombre I, Hombre II y Mujer son los personajes en escena, además de Ariel Ameijenda que estará ejecutando los instrumentos. "El Hombre II es el ser amado, el personaje irónico, el que comenta (...) El Hombre I es el yo escritor, el que lleva la voz cantante sobre el tema de la creación y la escritura. Es el alter ego de Duras, puede ser mi alter ego también, o el alter ego de todo creador", comenta Percovich. Con respecto a la Mujer, interpretada por una bailarina, "es la que con su cuerpo nos cuenta la historia de este personaje femenino. Se relaciona con los dos actores y dialoga con ellos desde su lenguaje", dice. Gustavo Saffores, Julio de León y Claudia Pizán constituyen el elenco. Música, danza y actuación son las líneas que se cruzan "en una narración única". "(Además) el público y el actor están a un mismo nivel, no hay distancias jerárquicas porque el actor esté más arriba y yo más abajo, van a actuar con la gente pero no se van a meter con la gente, porque no es ese el tipo de espectáculo", remata. libertad. Otro asunto en el que la directora de la Escuela Municipal de Arte Dramático (EMAD) hace hincapié al montar obras, refiere al primer punto de contacto entre el público y el espacio: "Cualquier espectador que entra en un espacio `preparado` para la representación, da inicio al espectáculo, al elegir con sus ojos lo primero en lo que fija su atención". ¿Cuáles son, a criterio de Percovich, las posibilidades de punto de encuentro en Playa desierta? Su respuesta: "Si bien yo creo que la arena va a ser fundamental, también creo que la madera caligrafiada y ese jardín oriental que vamos a crear va a ser el todo". Con respecto a los actores, sucede de igual forma: "Si hay tres en el espacio y uno está en una punta de la sala, otro en la otra y otro en el medio, vos elegís a quién mirar o, en algún momento, yo los pongo a los tres juntos para que se disfrute del trío. Pero mi idea es, justamente, que tú puedas elegir qué mirar y que puedas armar tu montaje como en una película. Me puedo quedar con la bailarina, o pasar a mirar a Ariel tocando y después escuchar el texto porque me lo dijeron atrás". De nuevo, "(la interpretación de Playa desierta) va a ser bastante libre. Espero que haya espectadores que se cuelguen (sic) en lo visual, en la instalación o en el lenguaje plástico, en los intérpretes o en la música de Ariel. Otros se conectarán más con el texto y la poesía, en las imágenes de Marguerite Duras y todo ese clima que ella tiene y que yo trato de recrear en la poética de la puesta en escena", dice Percovich acentuando en cada palabra su intención de ofrecer al público autonomía, y continúa: "Pienso que el público puede vivirlo como una experiencia. Por suerte, los espectáculos de teatro tienen que ser diversos y ofrecer distintas cosas. Podés pagar una entrada para vivir un entretenimiento o pagar una entrada para vivir una experiencia estética. Yo espero que ver Playa desierta sea venir a vivir una experiencia estética". MP Estamos conectados. Cualquiera puede navegar por Internet y caer, mediante una búsqueda que simplemente contenga las palabras "Mariana" y "Percovich", en el blog de esta directora. www.marianapercovich.blogspot.com es el nombre del sitio mediante el cual todos los integrantes del equipo de Playa desierta pueden comunicarse sin importar la hora y el lugar. "Me pregunté de qué manera crear un sostén gráfico en la web que me permita tener un lugar de encuentro virtual". La palabra blog suena, a estas alturas, demasiado obvio. Ante todo, el sitio resultó ser una buena herramienta para que la directora pudiera acercar las imágenes de las referencias que comentaba en los ensayos. Por eso el internauta ajeno al equipo puede sentirse algo extraviado. Igualmente, el sitio acabó siendo un punto de encuentro con el público futuro, que ahora no tiene por qué limitarse al estreno de la obra y puede, desde ya, "seguirnos la cabeza que nos inspira", dice Percovich. Por supuesto que recibe preguntas y propuestas. Ante ellas, lo primero que la directora responde es que vean el espectáculo para, después, volver a hablar. Fines de abril y principios de mayo son los tiempos manejados para el estreno

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